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Octubre de 2020

Cuando se creó la FAO en 1945, la ambición era vencer el hambre. Entre el 10 y el 15% de la población mundial sufría de desnutrición y más de la mitad padecía hambre, desnutrición o ambos. Se han logrado avances desde entonces, sin embargo, en 2019, antes de la pandemia de COVID-19, el 8.9% de la población mundial, casi 690 millones de personas, seguían sufriendo de desnutrición. Según la última edición de State of Food Security and Nutrition in the World, publicado en 2020, “la pandemia de COVID-19 puede agregar de 83 a 132 millones de personas más a las filas de los desnutridos en 2020”. Si no se toman medidas decisivas para actuar con audacia, el número de personas desnutridas superará los 840 millones en 2030.

En un panorama que cambia rápidamente con la inestabilidad política, el cambio climático, la escasez de recursos, la desigualdad social, sin mencionar las enfermedades zoonóticas como Covid-19, la sostenibilidad debe convertirse en la norma mientras se garantiza la previsibilidad para garantizar la seguridad alimentaria.

En 2025, la población mundial alcanzará los 8.1 mil millones. Se necesitan soluciones sólidas para alimentar a las personas. No importa si son soluciones nuevas o existentes, lo más probable es que sean una combinación. Los requisitos clave son la calidad, la cantidad y la sostenibilidad. Este último criterio debe entenderse de acuerdo con su definición original, teniendo en cuenta consideraciones económicas, ambientales y sociales.

Teniendo esto en cuenta, obtener más alimentos del mar parece cada vez más sensato: el perfil dietético y la huella de carbono de los productos del mar son mejores que los de la producción ganadera, sin mencionar la pérdida de biodiversidad resultante de la deforestación. The Future of Food from the Sea, un artículo publicado recientemente en Nature, proporcionó una hoja de ruta económica para la producción sostenible de alimentos oceánicos para satisfacer las necesidades alimentarias. Para el 2050 se podría esperar un aumento del 36-74% en comparación con el rendimiento actual de 59 millones de toneladas de alimentos que el océano proporciona actualmente de manera sostenible. Lo que es crucial es que este cálculo refleja las realidades económicas de cultivar y cosechar alimentos en el océano.

Entonces, ¿qué se necesita para aumentar de manera sostenible los alimentos del mar? los autores identificaron cuatro pasos clave:

  • Mejorar la gestión pesquera
  • Implementar reformas de políticas para abordar la maricultura.
  • Tecnologías de alimentación avanzadas para la maricultura alimentada
  • Cambiar la demanda de los consumidores

Debemos apoyar los cambios positivos para lograr este objetivo vital; la innovación, no solo la innovación técnica, debería ser adoptada como un medio para este fin. La gestión pesquera ha demostrado ser eficaz para reconstruir los cardúmenes.

La regulación brinda protección a los consumidores basada en evidencia científica demostrada de que el consumo ha sido seguro durante algunos años (ej. 25 años en el caso de países de la Unión Europea). Siempre que se respete este enfoque de precaución, la regulación debe ajustarse / complementarse / cambiarse para reflejar la sociedad en la que vivimos.

La demanda de los consumidores puede ser volátil. Cambiar las percepciones de los consumidores requiere consistencia y perseverancia y no siempre tiene éxito.

En cuanto a la mejora de la tecnología de alimentos balanceados, no se deben pasar por alto las compensaciones, y el documento Future of Food from the Sea proporciona un análisis equilibrado al tiempo que advierte contra la presión adicional sobre los ecosistemas terrestres que podría resultar de un cambio en el abastecimiento de ingredientes de alimentos balanceados: “El reemplazo de la harina de pescado y el aceite de pescado de pescado silvestre con ingredientes de alimentos balanceados alternativos puede comprometer algunos de los aspectos que hacen que los alimentos del mar sean un contribuyente excepcionalmente prometedor para la seguridad alimentaria” destacaron los autores del artículo Future of Food from the Sea.

Petter Martin Johannessen