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IFFO realiza un taller sobre subproductos en Ciudad del Cabo

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Dado que más de la mitad de toda la producción mundial de aceite de pescado y aproximadamente un tercio de la producción mundial de harina de pescado provino de subproductos del pescado en 2021 (datos de IFFO), se constata que el uso de recortes y subproductos está ganando impulso como un ingrediente de alimentación circular en crecimiento. (Figura 1). Esta práctica tradicional, que consiste en reutilizar recursos no utilizados, es reforzada por el crecimiento del sector de la acuicultura, que se ha convertido en un representante importante en el suministro de materias primas a base de pescado. La adopción del pensamiento circular es fomentada por las regulaciones ambientales que apoyan el uso de recursos con baja huella de carbono. El aprovechamiento de todo el valor de la captura de pescado en nuestra cadena alimentaria también representa una de las mejores formas de garantizar la seguridad alimentaria y combatir el desperdicio de alimentos, lo cual es clave para cumplir los objetivos número 2 (Hambre Cero) y 12 (Producción y Consumo Responsables) de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Sustainable Development Goals, SDGs) de las Naciones Unidas y reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos para 2030.

El 23 de octubre de 2023, IFFO celebró un taller técnico en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con diez científicos y representantes de la industria que se centró en la utilización de subproductos pesqueros y exploró una variedad de temas que incluyen:

• ¿Cómo incorporamos el pensamiento de circularidad más profundamente en el uso de recursos?

• ¿Cuál es la forma más estratégica de utilizar esos productos, sin dejar de tener en cuenta las regulaciones vigentes?

• ¿Durante qué horizonte temporal se puede garantizar la trazabilidad total de estos recursos?

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Figura 1. Procedencia de las materias primas para la producción mundial de harina y aceite de pescado en 2021.

Concienciación sobre el valor de los subproductos

Si bien el mercado de consumo humano directo (direct human consumption, DHC) otorga un alto valor nutricional al filete de pescado, los subproductos del procesamiento del pescado cuentan con una gama diversa y abundante de nutrientes. Los subproductos de la acuicultura brindan oportunidades tanto de suministro constante como de procesamiento generalmente centralizado, lo que les brinda algunas ventajas como base de recursos. A medida que aumentamos el volumen de subproductos producidos a partir de las pesquerías para el consumo humano y la acuicultura, podría haber un potencial de 15 millones de toneladas de ingredientes adicionales, según un informe de 2016 (Jackson y Newton, 2016). A pesar de que los subproductos son considerados como un producto de menor valor y de calidad inconsistente, las evaluaciones realizadas sugieren que esta tendencia ya está en marcha, con un mercado bien establecido y un panorama político que se está desarrollando paralelamente. La calidad puede variar notablemente con los cambios en la materia prima, aunque la industria ha logrado avances claros en los últimos veinte años al aprender a trabajar mejor con esta base de materia prima para garantizar una producción más consistente de productos de alta calidad. “Necesitamos aumentar nuestra comprensión sobre cómo utilizar todo el pescado que capturamos e identificar los flujos de materia prima involucrados para comprender mejor nuestras opciones, con el fin de mejorar tanto la producción como la diversificación de productos”, comentó el Dr. Brett Glencross, director técnico de IFFO.

Wesley malcorps

Wesley Malcorps

¿Cómo encajan los diversos indicadores de sostenibilidad en la descripción de los ingredientes de los subproductos marinos? ¿Cómo contribuyen los subproductos a la sostenibilidad? “Necesitamos equilibrar los aspectos ambientales, sociales y económicos, incluida la huella de carbono”, afirmó el Dr. Wesley Malcorps, investigador postdoctoral del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling. El ratio de pescado requerido: pescado obtenido económico (economic-Fish-in-Fish-out, eFIFO) es un indicador relevante que fomenta el uso de subproductos mediante la evaluación de su asignación económica al uso de recursos. No obstante, también debemos considerar parámetros como el uso de la tierra y los impactos en la biodiversidad, y el uso de los recursos bióticos. “El enfoque eFIFO que hemos desarrollado tiene en cuenta las fluctuaciones en torno al valor de los subproductos”, explica. Sin embargo, es esta asignación económica aplicada a la evaluación del ciclo de vida (lifecycle assessment, LCA) la que proporciona algunos contrastes realmente interesantes (Figura 2). "Los ingredientes marinos generalmente tienen una huella de carbono baja, pero esto no es todo. Otras categorías de impacto también son importantes, como el uso de la tierra, del agua dulce o de los recursos bióticos. Existen muchas formas de evaluar las cargas ambientales”, afirmó Malcorps.

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Figura 2. Contraste de varias categorías de impacto de la LCA (por tonelada de ingrediente) entre diferentes ingredientes utilizados en alimentos balanceados para la acuicultura. Se incluyen el uso de recursos bióticos (Biotic Resource Use, BRU), el uso de la tierra (Land Use, LU) y el potencial relativo de calentamiento global (tamaño de la burbuja: no se muestra la escala). Datos de Newton et al. 2021).

La trazabilidad es un componente importante de la discusión sobre subproductos. Es una garantía contra la adulteración de los alimentos, la alimentación intraespecies y la contaminación de los alimentos balanceados. Para avanzar en la trazabilidad, se necesita una red compartida y segura entre los usuarios y proveedores de datos.

Necesitamos un sistema para mantener la cadena de custodia en todo momento”, destacó Katherine Bryar, directora de marketing global de BioMar. Muchas de las empresas de alimentos balanceados están destacando los principios de la economía circular como parte clave de sus criterios de abastecimiento en el futuro. “Buscamos desvincular las cadenas de suministro de alimentos balanceados de la competencia directa con los alimentos para el consumo humano”, explicó Bryar. Pero no son solo las empresas de alimentos balanceados que exigen ingredientes circulares, lo que está impulsando el crecimiento de esta parte del sector de ingredientes marinos.

Arnt Ove Kolås, Katherine Bryar, Lahsen Ababouch, Melanie Siggs

Arnt Ove Kolås, Katherine Bryar, Lahsen Ababouch, Melanie Siggs

Vemos que cada vez más pescado se destina al consumo humano directo. Actualmente, el 60% de nuestra harina y aceite de pescado proviene de subproductos”, explicó Arnt Ove Kolås, director de operaciones de la división de alimentos balanceados en Pelagia. “¿Cómo podemos aprovechar al máximo estos recursos?” preguntó Kolås. La estrategia principal de Pelagia es aumentar la cantidad de procesamiento que se realiza cerca de los caladeros y utilizar el pescado entero como alimento balanceado y aceite de calidad humana pero el principal desafío son las embarcaciones pesqueras. “Lo ideal es mantener el agua de cola, que tiene mucho valor, en el producto final y capturar esa parte del producto antes de que se desperdicie. Cuando los productos pesqueros se procesan en el mar, este valioso recurso a menudo se pierde”. Con la bacaladilla, Pelagia busca agregar valor al producto para producir concentrados de proteínas eliminando el contenido de cenizas. Al separar la materia prima en sus diferentes componentes, podemos ser más estratégicos en el uso de los diferentes productos. “Nos pagan en función del prorrateo del contenido de proteínas (harina de pescado) y el contenido de EPA+DHA (aceite de pescado) de nuestros productos. Para garantizar que el volumen relativo de proteínas aumente, separamos las espinas y la piel del pescado de la materia prima de la harina. Además, para garantizar que aumente el volumen relativo de EPA+DHA, refinamos el aceite de pescado eliminando las partes por las que no nos pagan. El futuro pertenecerá a aquellos que puedan utilizar y ganar dinero por las propiedades individuales de las diferentes partes del pescado. Así es como maximizamos el valor de cada pescado”, afirmó Kolås.

Mejora del seguimiento de los datos

emilyLos programas de certificación son una de las muchas herramientas disponibles para brindar garantías con respecto al abastecimiento y la producción responsables de materiales, ya que actúan como un puente entre las pesquerías y la acuicultura, los alimentos y los alimentos balanceados. Constituyen también un poderoso impulsor del mercado. Los estándares de la cadena de custodia garantizan la trazabilidad de los productos desde su origen. La inclusión de subproductos es a la vez una oportunidad y un desafío: “El seguimiento de datos de los subproductos es complejo”, explicó la Dra. Emily McGregor, gerente de pesca de MarinTrust: “La trazabilidad total de los ingredientes marinos de una sola especie es más factible. En la versión 3 de nuestro Estándar de Fábrica, que será aplicable en 2024, prestaremos mucha atención al riesgo de pesca INDNR para los subproductos: confiabilidad y estabilidad de los indicadores. El objetivo a largo plazo es poder verificar el stock. Todavía se realizan controles adicionales en las fábricas para garantizar que cuentan con la documentación para verificar la fuente”. Actualmente, MarinTrust ha aprobado más de 240 evaluaciones de subproductos de alrededor de 20 países (incluidas especies y poblaciones). “La trazabilidad es parte de nuestro enfoque principal, con el desarrollo de elementos de datos clave (Key Data Elements, KDE) y eventos de seguimiento importantes (Critical Tracking Events, CTE) con el Diálogo Global sobre Trazabilidad de Productos del Mar (Global Dialogue on Seafood Traceability, GDST). Nos esforzamos por lograr el equilibrio: es preciso determinar el alcance de los datos para garantizar la seguridad y la accesibilidad”.

Se espera que las definiciones de la Unión Europea ayuden a estandarizar los términos y la metodología de cálculo para la industria. La estandarización y la interoperabilidad son desafíos clave a considerar.

Los hábitos culturales y el desarrollo de capacidades desempeñan un papel importante

En algunos países específicos, los desafíos son la economía y la infraestructura. Lahsen Ababouch, asesor de la FAO, brindó un ejemplo del noroeste de África y explicó que las autoridades marroquíes aspiran al desperdicio cero, apoyándose en un instituto de investigación muy activo con sede en Agadir. “El desafío es enorme, con 469 plantas procesadoras que producen 184,000 tm de harina de pescado y 36,000 tm de aceite de pescado. Hemos mejorado el valor en la extracción del procesamiento y ahora todos los subproductos se destinan a la harina y el aceite de pescado. Esta industria se concentra en solo dos ciudades lo que facilita la logística. Sin embargo, para que esto avance, necesitamos políticas que incentiven el uso de subproductos de alimentos balanceados y alimentos. Es imprescindible concienciar sobre los atributos nutricionales de los subproductos”. La participación de un programa de investigación activo y el apoyo gubernamental proporcionaron un buen ejemplo de cómo el apoyo adecuado en el tema correcto ayuda a generar grandes impactos tanto para la industria como para el gobierno.

En este sentido, el aspecto cultural del hábito alimentario es muy importante. Las personas en Togo y Senegal consumen alrededor de 35 kg/cápita/año. Sin embargo, en Mauritania el consumo de pescado es inferior a 7 kg/cápita/año (mientras que las poblaciones de peces actuales permitirían que el consumo anual per cápita alcanzara los 25 kg), y en Marruecos es de alrededor de 13 kg/cápita/año. Existe una clara división en los hábitos de consumo entre el norte y el oeste de África subsahariana.

En Mauritania, está claro que los hábitos alimentarios no incluyen realmente el pescado, pero en Senegal ocurre lo contrario, con un gran consumo directo de pescado, explica Lahsen Ababouch. “Las mujeres suelen estar a cargo del comercio una vez que se desembarca el pescado, por lo general están muy bien organizadas para utilizar los subproductos para producir alimentos balanceados y luego otras opciones para el consumo humano directo”.

La eliminación en los vertederos es muy costosa. Esta fue la primera fuerza impulsora detrás de los esfuerzos que se estaban llevando a cabo en otro proyecto en Barbados para avanzar hacia el desperdicio cero de alimentos. Este proyecto fue implementado por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (United Nations Industrial Development Organization, UNIDO) y financiado por la UE con el respaldo económico del gobierno marroquí y la industria.

Melanie Siggs, asesora de Friends of the Ocean Action del Foro Económico Mundial, analiza su estudio de caso de Namibia. En ese escenario, las plantas de procesamiento se encuentran principalmente en un solo lugar, donde desembarcan todas las embarcaciones que pescan la pesquería de merluza del MSC y realizan envíos a Europa y América del Norte. El objetivo es utilizar 100% del pescado; en estos momentos se pierde alrededor de 1/3 de la biomasa de peces capturados en el medio silvestre, la mayor parte se desecha en el mar. El proyecto fue financiado por el gobierno del Reino Unido (DEFRA) y se basa en cuatro pilares:

  • paradigma del pescado entero (ser responsable de todas las partes del pescado)
  • condiciones propicias (facilitar el aprovechamiento del 100% del pescado, como con un sector integrado: el presidente forma parte del panel de alto nivel, por lo que hay voluntad política)
  • creación de agrupaciones (utilizar el modelo islandés para unificar la industria)
  • evaluar los mercados de investigación (calcular lo que tiene, cuáles son sus propiedades y los mercados)

La financiación del proyecto finaliza el próximo año y la agrupación espera continuarlo para garantizar su durabilidad a largo plazo. “Hemos creado una 'solicitud' de 5 compromisos para todos los CEO de la agrupación y se han publicado dos informes para compartir buenas prácticas y concienciar”, concluye.

El papel de los productores de alimentos balanceados en la incentivación de toda la cadena de valor

Katherine Bryar, directora de marketing global de BioMar, está convencida de que los productores de alimentos balanceados tienen un papel clave que desempeñar a la hora de impulsar cambios positivos: “la circularidad es uno de los componentes de nuestro enfoque estratégico hacia la sostenibilidad”, explica. “Los ingredientes circulares incluyen ingredientes secundarios provenientes del procesamiento del consumo humano directo. Analizamos los productos principales y los coproductos, incluidos los subproductos y los flujos de residuos. Estamos intentando deshacernos del lenguaje tradicional de “desperdicio” y centrarnos en lo circular”. BioMar ha desarrollado sus “Parámetros de Impacto BioSustain”, con el objetivo de reducir su índice de dependencia de peces forrajeros (forage fish dependency ratio, FFDR): “Esta es únicamente una demanda del mercado, los consumidores creen que los océanos están agotados. El mundo del consumidor va más allá de la compensación, la generación más joven quiere información y transparencia”.

Arnt Ove Kolås, Brett Glencross, Jorge Diaz Salinas

Arnt Ove Kolås, Brett Glencross, Jorge Diaz Salinas

Skretting aspira que para el 2025 el 100% de sus ingredientes marinos provengan de fuentes certificadas. “Si no hay certificaciones disponibles, entonces nos estamos asegurando que los subproductos que utilizamos no sean de pesca INDNR”, indicó Jorge Díaz Salinas, Gerente de Sostenibilidad. Asimismo, presentó un marco de decisión claro que Skretting estaba implementando en su abastecimiento de ingredientes marinos a partir de pescado entero, así como de subproductos tanto de la acuicultura como de la captura de peces silvestres.

Dave Robb CargillEn cuanto a Cargill AquaNutrition, utiliza subproductos que representan alrededor del 30% de la inclusión de harina de pescado de su empresa. La inclusión de harina de pescado en los alimentos balanceados de agua cálida es menor, pero la proporción de subproductos es mucho mayor. “Estamos trabajando para ampliar nuestra canasta (de ingredientes de alimentos balanceados) sin competir con un material existente. El riesgo de contaminantes en los subproductos significa que no podemos usarlos todos, pero tienen la ventaja de que pueden tratarse cuando se usan como ingrediente. Es indispensable impulsar la innovación para mantener la frescura y reducir el desperdicio”, explicó Dave Robb, Gerente de Sostenibilidad.

Existe un movimiento global hacia el desperdicio cero de alimentos, y los subproductos son una parte clave de esta estrategia. Esto también encaja bien en la estrategia de diversificación de productos de los productores de alimentos balanceados. Se está creando consenso para que se comprenda y comunique mejor el valor de los subproductos. La modelización de esos flujos se mejorará mediante un sistema de trazabilidad, pero ya se puede avanzar bastante examinando los diversos flujos de recursos pesqueros y acuícolas. “La innovación respalda el progreso en términos de infraestructura de procesamiento, sistemas interoperables y diversificación de productos. El futuro parece muy circular”, concluyó Brett Glencross.

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