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Informe sobre el taller de Omega-3 de IFFO

El 31 de mayo de 2023, IFFO organizó un taller técnico en Stirling, Escocia, con el fin de abordar una serie de preguntas importantes sobre el futuro de los omega-3 en los alimentos acuícolas. ¿Dónde se utilizan actualmente las reservas existentes de EPA y DHA? ¿Cómo evaluamos el EPA y el DHA? ¿Qué nuevos recursos existen y cuál es el potencial realista de crecimiento? ¿Qué estimaciones tenemos de las necesidades de EPA y DHA de las especies acuícolas? ¿Cómo podemos cuantificar mejor los beneficios que aportan el EPA y el DHA? ¿Qué podemos aprender de la investigación humana y biomédica?

stirling

Los aceites de pescado pueden estar compuestos hasta en un tercio por omega-3. La mayoría de los aceites crudos utilizados para productos omega-3 provienen de pequeños peces pelágicos como la anchoveta y la sardina, y cada vez más de subproductos de la industria pesquera. En 2022, el 54 % de la producción mundial de aceite de pescado se realizó a partir de subproductos de pescado. Hasta el 25 % de la producción mundial de EPA y DHA procede de Perú, lo que hace que esta región productora desempeñe un papel muy influyente en las dinámicas comerciales mundiales. La producción mundial de aceite de pescado se ha mantenido muy estable en la última década, con un promedio anual de 1.2 millones de toneladas métricas hasta este año. El valor del aceite de pescado ha experimentado varios cambios entre los últimos 12 y 18 meses. Los recientes “acontecimientos de El Niño explican el descenso de la producción de EPA y DHA en 2022”, explicó Enrico Bachis, director de investigación de mercado de IFFO, quien agregó que, además de los acontecimientos de El Niño, el fenómeno de La Niña tiene una gran influencia en el contenido total de grasa en el pescado.

En cuanto a la demanda, nunca hay escasez; tres sectores impulsan esta demanda: la acuicultura (con más del 70 % del uso de aceite de pescado), el farmacéutico y el de alimentos para mascotas.

Necesidades crecientes

A medida que las poblaciones se vuelven más prósperas, exigen alimentos de mejor calidad que necesitan más recursos. El consumo per cápita de productos marinos en China casi se duplicó entre 2005 y 2015 (de 26.1 kg a 41 Kg - Fuente: FAO 2018).

“Hay muchas ineficiencias en la cadena de valor de la mayoría de las especies, aunque en la acuicultura se están logrando avances en términos de nutrición, suministro de alimentos balanceados y genética, con respecto a algunas especies. Solo una pequeña parte de los EPA y DHA de la producción pesquera neta se aprovecha realmente; los recortes de productos marinos tienen un enorme valor sin aprovechar.” Declaró Richard Newton, profesor de Sistemas Alimentarios Resistentes en el Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling. “Se está intentando aplicar un índice nutricional a la evaluación del ciclo de vida como una categoría de impacto adicional”, añadió: “Un gran tema en la actualidad es cómo medir el impacto de los alimentos desde una perspectiva nutricional”.

Necesidades y beneficios

Con base en varias décadas de ciencia, está bien establecido que el EPA y el DHA poseen una amplia gama de efectos tanto en la fisiología de los peces como en la humana: estructura de la membrana celular, regulación de la inflamación y resistencia a las enfermedades. “Es necesario prestar atención a la proporción EPA/DHA, la cantidad total de EPA y DHA y la proporción n-6/n-3”, insistió Nina Liland, investigadora del IMR de Noruega. “El EPA y el DHA influyen en el funcionamiento de las células (tanto a través de la función de las membranas como de la expresión de los genes). La estructura física de las membranas celulares cambia y, sobre todo, la membrana permite que las proteínas alteren o regulen su función”, explicó Philip Calder, profesor de Inmunología Nutricional de la Facultad de Medicina (Universidad de Southampton, Reino Unido).

Con respecto a las diferentes especies, Brett Glencross, director técnico de IFFO, señaló que es difícil agrupar las especies de peces marinos y ver cómo responden al EPA y al DHA. Las necesidades cambian con el tamaño de los peces: existen más necesidades a una edad temprana. Se dispone de pocos modelos cuantitativos sobre la maximización de la eficacia de absorción y retención para pocas especies, por lo que es necesario seguir trabajando en este ámbito y desarrollar mejores estrategias de gestión para la optimización de los omega-3.

Bente Ruyter, investigadora científica sénior de NOFIMA, analizó las necesidades nutricionales de omega-3 en el salmón e informó sobre un proyecto de investigación centrado en las repercusiones sobre el crecimiento, la calidad y la salud. Señaló que se necesita una ingesta de entre el 6.5 % y el 10 % de EPA y DHA en la grasa de los alimentos balanceados suministrados a los peces en jaulas marinas para influir positivamente en el crecimiento y la calidad. Mientras que se necesita una ingesta del 3 % al 10 % para influir positivamente en la salud, en función del tejido, la etapa de la vida y el grado de estrés y el entorno.

En cuanto a los camarones, no almacenan lípidos como el pescado y no se consideran una fuente útil para la ingesta de omega-3 por parte de los seres humanos. “Los camarones no toleran niveles altos de lípidos. La digestión de los lípidos se ve afectada por los niveles de lípidos y los perfiles de ácidos grasos”, destacó el Dr. Brett Glencross. Los camarones necesitan ácidos grasos omega-3 en la dieta: la investigación ha demostrado que la ausencia de lípidos y omega-3 es mortal. Una combinación de PUFA de cadena corta y de cadena larga es mejor que cualquiera de los dos por separado, lo que resulta evidente en varias especies de camarones.

Nuevas fuentes de omega-3

En cuanto a los nuevos recursos de omega-3, Monica Betancor, profesora asociada del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling (Reino Unido), señaló que cada uno de ellos presenta una serie de beneficios y riesgos:

  • El cultivo vertical en interiores de microalgas (productoras primarias de EPA y DHA) puede utilizarse para alimentar a los peces tanto en etapa larvaria como adulta. Sin embargo, el uso de biomasa de microalgas directamente en los alimentos balanceados limita su inclusión, debido a problemas de digestibilidad. Además, el precio ha representado un obstáculo, sobre todo en el caso del aceite de algas.
  • Se han producido cultivos modificados genéticamente que incluyen genes de microalgas y ahora son capaces de producir su propio EPA y DHA. Pero la legislación y la desregulación en algunos países han sido factores limitantes y la aceptación pública es baja en la actualidad (en algunos mercados).